
En esta imagen, tomada el 3 de diciembre de 2015, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sentado junto al director del FBI James Comey en el Despacho Oval de la Casa Blanca, en Washington, antes de una declaración sobre una balacera en San Bernandino, California. (Foto AP/Evan Vucci)
13 de junio de 2016 (LaRouchePAC) — El asesinato en masa ocurrido en Orlando, EUA, la madrugada del domingo, donde murieron 50 personas y otras 53 resultaron heridas a manos de un estadounidense de origen afgano, entrenado como agente de seguridad privado y con vínculos al EIIS, y que había sido entrevistado por el FBI cuando menos dos veces, trae al punto la cuestión de la urgencia de hacer públicas las 28 páginas secretas. Esa sección clasificada del informe del Congreso sobre el 11-S no solo denuncia el papel de los saudíes, sino que por implicación expone el papel conciente de Obama en el apoyo al terrorismo internacionalmente, como parte integral de su política de imponer “cambio de régimen” a los Estados que no se alinean con el imperio británico y sus títeres saudíes, en su empeño por provocar una guerra contra Rusia y China. El papel criminal del FBI en el encubrimiento de las 28 páginas, para proteger las células terroristas en Estados Unidos y alrededor del mundo, y para impedir que Obama pague por sus crímenes, tiene que ser ahora el centro de la investigación en la atrocidad cometida en Orlando, Florida.
Ese ataque debe servir como un llamado de alerta urgente a los estadounidenses; Estados Unidos no puede tolerar un día más a este asesino en masa en la Casa Blanca. En el momento en que Obama despliega la mayor fuerza militar que se haya concentrado en las fronteras de Rusia desde que Hitler preparaba su invasión a la Unión Soviética, y en el momento en que Obama intenta frenéticamente crear una fuerza “estilo OTAN” en Asia para confrontar militarmente a China, el mundo está cambiando rápidamente, a pesar de su creencia neronesca y narcisista de que él controla al mundo. Obama, como Zeus, el falso dios del Monte Olimpo, quien declaraba a la humanidad que “yo pongo las reglas”, en el momento mismo en que la montaña se desmoronaba a sus pies. No obstante, Obama puede todavía presionar el botón, y por eso tiene que salir del caro de inmediato.
El domingo en la mañana, a solo unas horas después del ataque en Orlando, el jefe de la CIA de Obama, John Brennan, quien hace apenas unas semanas decía que las 28 páginas del informe del Congreso no se deberían dar a conocer nunca, le dijo a la red de noticias de Arabia Saudita, Al Arabiya, y a la cadena de CNN, que quizás él y Obama no podrán seguir aguantando la presión , y en consiguiente las 28 páginas se podrían “y deberían” dar a conocer. Pero, patéticamente gimoteó que ¡no crean lo que contienen! Brennan salió con el cuento de que estudios que han hecho posteriormente indican que están erróneas, y los saudíes no jugaron ningún papel, y que son amigos.
Cabe recordar ahora que el día del asalto terrorista al periódico francés Charlie Hebdo el 7 de enero de 2015, el ex senador Bob Graham de Florida declaró en una rueda de prensa en el Congreso en Washington que, si se hubiesen publicado las 28 páginas secretas, y se hubieran denunciado a los verdaderos patrocinadores del terrorismo, ese ataque terrorista se hubiera podido evitar. Eso es igualmente cierto ahora.
Brennan y Obama tienen Buenos motivos para estar asustado por el contenido de las 28 páginas. No son únicamente los saudíes a los que se desenmascara ahí, sino a Obama y a sus controladores británicos, quienes, junto con los saudíes, armaron y desplegaron a las organizaciones terroristas internacionales para lograr sus intenciones perversas, destruir las naciones que se rehúsan a seguir los dictados de Londres y de Washington. Eso fue el caso de Iraq, Libia, así como Siria, Yemen y ahora Rusia y China, con lo cual llevan al mundo al borde de la extinción termonuclear, todo porque Obama está desesperado por detener el nuevo paradigma que caracteriza al proceso de la Nueva Ruta de la Seda.
Tal como lo señaló Lyndon LaRouche en una reunión en Manhattan el sábado pasado: “Yo piensa que hay un proceso en marcha en el cual, la mayor parte del planeta, entre las naciones, que quiere hacer las cosas correctamente, por así decir; o sea, hacer realidad el tipo de condiciones de vida, como perspectiva y como realidades, que son necesarias para la existencia de la humanidad”.
La evidencia de esta se ve por doquier, siempre y cuando la gente quiera verlo, en vez de aceptar ciegamente la inmundicia que propagan los medios y los gobiernos occidentales. La Nueva Ruta de la Seda, impulsada por China, Rusia e India, con la representación de más de una tercera parte de la población mundial, está construyendo ferrocarriles y plantas de energía eléctrica, proyectos hidráulicos y más, por todo el sector en desarrollo, en tanto que las naciones transatlánticas se hunden en el caos financiero y económico físico, con sus tasas de interés negativas y “dinero de helicóptero” para apuntalar a sus bancos en quiebra.
El primer ministro de Argelia, Abdelmalek Sellal, dijo este domingo 12: La OTAN no puede hacer nada para ayudar a Libia. Por el contrario, dijo, Occidente tiene que iniciar el proceso de desarrollo, y “deben de actuar tan rápido, si no más, de lo que lo hicieron cuando salieron al rescate del mercado de valores global y del sistema bancario. La paz y la seguridad del mundo son más importantes que cualquier balance de cuenta de cualquier banco o institución financiera”.
¿Cómo hacemos que los estadounidenses, iberoamericanos y europeos despierten frente a lo que hacen sus gobiernos en su nombre, para empezar a tomar acciones tendientes a parar el terrorismo y el holocausto nuclear, para inspirar a la gente para unir al mundo en torno al desarrollo común? El sábado le hicieron esa pregunta a LaRouche en Manhattan, a lo que respondió: “Si haces las cosas con el fin de buscar un provecho, entonces habrás perdido todo, y tarde o temprano se te revertirá, y desearás nunca haber permitido que resultará eso… La cuestión es lo que tú, en ti mismo, lo que realmente encarnas. ¿Tienes la capacidad de recoger esos valores a los que se debe servir, por el bien de la humanidad en general, como un fenómeno general? Sin eso, no estás armado. Estas desarmado”.