Niños somalíes permanecen sentados en un campo de desplazados internos en Mogadiscio, Somalia.
“Estamos en un momento crítico de la historia”, advierte el jefe humanitario de la ONU, Stephen O’Brien
Recientemente ha evaluado la situación de cuatro países en grave riesgo de hambruna
El mundo vive actualmente la mayor crisis humanitaria desde 1945. Así lo ha advertido este sábado la ONU, que ha expresado de nuevo su alarma sobre el riesgo de hambruna de unos 20 millones de personas.
“Estamos en un momento crítico de la historia. Ya a principios de año nos estamos enfrentando a la mayor crisis humanitaria desde la creación de Naciones Unidas“, ha dicho al Consejo de Seguridad el jefe humanitario de la organización, Stephen O’Brien.
A la situación se suma ahora el grave riesgo de hambruna en cuatro países –Sudán del Sur, Somalia, Yemen y el nordeste de Nigeria-, recordó O’Brien. Países donde los conflictos bélicos están diezmando a la población civil, a la que incluso se usa como arma de guerra.
En febrero la ONU ya alertó de que unos 20 millones de personas en esas naciones están en situación de hambruna o en riesgo creíble de caer en ella en los seis meses siguientes.
La ONU sólo utiliza el término hambruna cuando se reúnen en una zona ciertos niveles de mortalidad, desnutrición y hambre, situaciones extremas y muy poco habituales, con apenas una decena de casos en las últimas tres décadas.
“Sin un esfuerzo global colectivo y coordinado, la gente simplemente morirá de hambre”, insistió hoy O’Brien, que ha informado al Consejo de sus recientes visitas a Yemen, Sudán del Sur y Somalia para evaluar la situación humanitaria. “Muchos otros moriran a causa de enfermedades. Los niños tendrás retraso (en su desarrollo). Los medios de existencia, el futuro y la esperanza se perderán”, ha continuado.
El responsable de Naciones Unidas dijo que es necesaria una “inyección inmediata de fondos” para atender a los necesitados en esos tres países y el nordeste de Nigeria. “Para ser precisos necesitamos 4.400 millones de dólares para julio y ese es un coste detallado, no una cifra para negociar”, ha afirmado.
En febrero, Naciones Unidas había señalado que era fundamental reunir esa cantidad antes de finales de marzo para “evitar una catástrofe”. Según explicaron fuentes de la organización, las distintas fechas responden a la dificultad de determinar el plazo exacto en el que se necesitará el total de los 4.400 millones de dólares y la realidad se aproxima más a lo ha indicado por O’Brien. El dinero, insistieron, se necesita en cualquier caso de forma muy urgente para poder responder a estas crisis.
Actualmente, Yemen es escenario de la “peor crisis humanitaria en el mundo”. Dos tercios de sus 18,8 millones de habitantes necesitan asistencia y más de 7 millones “ignoran de dónde provendrá su próximo alimento”, ha indicado el responsable, recordando los desplazamientos masivos de la población debido a los combates entre fuerzas gubernamentales y hutíes.
El conflicto se ha cobrado ya más de 7.400 muertos y alrededor de 40.000 heridos desde marzo de 2015, según la ONU.
Los recientes acuerdos entre los dos bandos permitieron el ingreso de una ayuda alimentaria para 4,9 millones de personas los últimos meses. “Sin embargo, todas las partes del conflicto se niegan arbitrariamente a dar un acceso estable y prolongado a los trabajadores humanitarios, y utilizan la ayuda con fines políticos”, ha declarado O’Brien.
El jefe humanitario de la ONU ha anunciado una conferencia ministerial el 25 de abril en Ginebra, en presencia del secretario general, Antonio Guterres, para recaudar los fondos.
‘Nada para sobrevivir’
En Sudán del Sur, O’Brien encontró “la situación peor que nunca” debido a la guerra civil que azota al país desde diciembre de 2013, y consideró que las partes beligerantes son responsables de la hambruna en el país.
Más de 7,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria, 1,4 millones más que el año pasado, en este país con 3,4 millones de desplazados.
En Somalia, más de la mitad de sus 6,2 millones de habitantes requieren asistencia y protección, incluidos 2,9 millones amenazados por la hambruna. Además, cerca de un millón de niños menores de cinco años sufrirán en 2017 malnutrición grave, ha detallado O’Brien.
Somalia se encuentra en una situación dramática después de casi tres décadas de caos y violencia entre milicias de clanes, bandas criminales y la insurrección de islamistas shebab.
“Lo que vi y escuché durante mi visita a Somalia fue abrumador, las mujeres y los niños caminan semanas para buscar comida y agua”, ha indicado. “Perdieron su ganado, sus fuentes de agua potable se secaron y no les queda nada para sobrevivir”.
Entre tanto, el noreste de Nigeria, foco de una insurrección de los islamistas de Boko Haram desde 2009, está golpeado por el calentamiento climático y es víctima de un mal gobierno. Más de 10 millones de personas requieren ayuda humanitaria, de las cuales 7,1 millones enfrentan una “grave precariedad alimentaria”, ha señalado O’Brien.
Durante la conferencia de Oslo sobre Nigeria y su vecino Chad el mes pasado, los donantes anunciaron aportaciones por valor de 672 millones de dólares, muy por debajo de los 1.500 millones de dólares solicitados.