San Juan, 24 abr (INS).- Entre los años 2009 y 2012, la pasada administración del Partido Nuevo Progresista (PNP) tomó 14 préstamos a través del Banco Gubernamental de Fomento (BGF) que ascendieron a 8,980,945,000 (8.9 billones de dólares) en las que no identificaron fuentes de repago, presentaron proyecciones irreales de crecimiento económico y donde el 53% del pago de esa deuda se impuso a ser saldada entre 2013 y 2017.
Esos compromisos condenaron al BGF a la ruina económica, denunciaron hoy el exsecretario general del Partido Popular Democrático (PPD) y candidato a la Cámara de Representantes, Jorge Colberg Toro, y el portavoz de la mayoría del Senado, Aníbal José Torres.
“Por primera vez se destapan los verdaderos responsables de la debacle del BGF. Los mismos que ahora exigen soluciones, nos embrollaron con casi nueve billones en deudas sin fuentes de repago y nos obligaron a saldarlos, en su mayoría, en este cuatrienio”, apuntó Colberg Toro.
Añadió que “en esa lista de préstamos está el famoso pago del 1 de mayo por 433 millones que nos mantiene con el agua al cuello. Ese pago se lo debemos al préstamo número BGF-2011, Serie B tomado en 2011 por la suma de 650 millones de los cuales ya pagamos 250 millones en el año 2014 y nos quedan 433 millones al 1 de mayo que incluye el principal e intereses”.
“Como si fuera poco, para el 1 de agosto de este año, el PNP nos dejó otro regalito de 489 millones adicionales de otro préstamo tomado que tenemos que saldar sin que nos dejaran un solo centavo para pagarlo”, expresó el exsecretario general del PPD en declaraciones escritas.
Colberg Toro y Torres presentaron un análisis de las notas emitidas por el BGF que detallan los préstamos tomados por la pasada administración entre los años 2009 y 2012.
Los datos del BGF demuestran que en el año 2009 se tomaron tres préstamos por la suma conjunta de mil 606 millones 76 mil dólares (1,6 billón); el año 2010 cogieron cuatro préstamos adicionales por dos mil 782 millones 889 mil dólares (2.7 billones); en el 2011, otros seis préstamos que ascendieron a tres mil 591 millones 980 mil dólares (3.5 billones) y en 2012 un último préstamo por mil millones de dólares (un billón). En total, los 14 préstamos ascendieron a ocho mil 980 millones 945 mil dólares.
Los políticos populares explicaron que ninguna otra administración tomó esa cantidad de dinero prestado y mucho menos bajo una estructura de pagos tan desventajosa para el país.
“La pasada administración acordó que el 53% de esos préstamos, equivalentes a 4,786 millones, se saldarían mediante 23 pagos entre 2013 y principios de 2017, que resulta ser la presente administración. Es decir, cogieron los préstamos, nos endeudaron, no identificaron las fuentes de repago y para colmo, ese 53% de los pagos pendientes se tienen que saldar en pagos en períodos cortos de hasta cinco años, lo que comprometió el capital del BGF”, explicó Torres.
Los dirigentes del PPD dijeron que cuatro billones de esos préstamos se usaron para la operación de la Autoridad de Carreteras, la AAA y gastos operacionales.
“El resto de los fondos se usaron, en su mayoría, para gastos recurrentes de operación del gobierno. Como esas inversiones prácticamente no generaron repagos o ingresos al BGF, esa morosidad afectó la liquidez y el capital del Banco”, indicó Torres.
Desmintieron que ese tipo de práctica ocurriera en todas las administraciones. Explicaron que por 20 años, entre 1986 y 2006, el BGF nunca tuvo necesidad de emitir notas de esa envergadura debido a su solidez financiera. De hecho, aclararon que la asignación de un billón para las comunidades especiales se hizo de los fondos de capital disponibles sin necesidad de tomar prestado y, aun así, el BGF mantuvo su capital en unos dos billones netos luego de ese desembolso.
“Una vez sale la sección 936 en 2006, la banca privada limita los accesos al gobierno y, por consiguiente, el BGF comienza a emitir notas de préstamos. Al principio, se hizo de forma prudente. De hecho, entre los años 2006 y 2008 solo se emitieron tres notas por unos dos billones con fechas de repago prorrateadas entre 11 y 17 años y pagos anuales promedios de 60 a 200 millones”, señalaron.
Sin embargo, “el problema de la administración Fortuño y el PNP es que cogieron 14 préstamos por nueve billones y el 53% de esa deuda la obligaron a saldar entre 2013 y 2017 lo que representan pagos promedios anuales de 850 millones. Eso sencillamente quebró al Banco”, indicaron.
Colberg y Torres presentaron los informes de inversionistas de tres transacciones y adelantaron que en los próximos días presentarán la totalidad de ellos que demuestran que para conseguir el dinero se presentaron escenarios fiscales ficticios, con proyecciones de crecimiento económico irreales, proyectos de obra pública que no se dieron en las fechas anunciadas y cuadres presupuestarios que nunca se cumplieron.
“La presente administración está resolviendo el entuerto fiscal que nos dejaron, sin despedir empleados y asegurando los servicios esenciales. Los que ahora critican fueron los responsables de esta crisis sin precedentes”, expresó finalmente Torres.