Parece inconcebible” una guerra entre Rusia y EE.UU. por un avión derribado sirio, pero el mundo “pensó lo mismo tras el asesinato de un austriaco de mediana edad” y provocó la Primera Guerra Mundial.La política siria del presidente de EE.UU., Donald Trump, “o más bien, la falta de una clara política siria“, provoca el riesgo de “un catastrófico conflicto abierto con Rusia”, advierte el periodista Carl Skutsch en un artículo para la revista ‘Rolling Stone’.
Skutsch recuerda que el pasado 18 de junio la coalición contra el Estado Islámico liderada por EE.UU. derribó un caza Su-22 de fabricación rusa de la Fuerza Aérea siria. En respuesta a este acto, el Ministerio de Defensa ruso advirtió que “cualquier avión o dron que sea registrado en las áreas de operaciones de las Fuerzas Armadas rusas en Siria será seguido por los aparatos de defensa antiaérea rusa como objetivo aéreo”.
“Parece inconcebible” que Rusia y EE.UU. puedan ir a la guerra por un avión sirio, pero el mundo “pensó lo mismo” después del asesinato “de un austriaco de mediana edad llamado Franz” y, sin embargo, dio origen a la Primera Guerra Mundial, que mató a quince millones de personas, asevera el periodista.
Las “peculiaridades personales” de Trump, responsables de la escalada del conflicto
En su opinión, “gran parte de la responsabilidad de esta escalada del conflicto recae en el presidente Donald Trump”, cuyas “peculiaridades personales”, junto con las realidades del conflicto sirio, han creado “una situación muy peligrosa”.
En este sentido, el autor del artículo subraya, primero, “la impulsividad” de Trump —que quedó demostrada en el ataque estadounidense contra la base aérea siria de Shayrat— y, segundo, su enfoque de “no intervención” en el uso de la fuerza militar, en el sentido de que prefiere dar una directiva general a sus comandantes y dejar que ellos tomen las decisiones sobre el terreno.
Según el periodista, es este enfoque el que ha conducido al derribo del caza sirio, “el segundo ataque a un aliado ruso”, que además ha estado dirigido contra un avión de fabricación rusa, lo cual parece haber sido “más de lo que Putin estaba dispuesto a aceptar”.
Dos opciones
El autor recuerda también que Rusia anunció que cancelaría la cooperación con EE.UU. dirigida a prevenir incidentes aéreos en Siria, lo que aumentaría en gran medida “la posibilidad de escalada accidental”. Sin embargo, Washington dio a entender que “derribará cualquier avión que quiera derribar”, interpreta Skutsch las declaraciones del portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, después del incidente.
Ahora, prosigue el periodista, la Administración Trump tiene dos opciones: “ignorar sus propias palabras belicosas y dar marcha atrás”, manteniendo sus aviones alejados de cualquier confrontación, o “arriesgarse a una confrontación directa” con las tropas rusas desplegadas en Siria. Si Trump permite que sus militares sigan derribando aviones sirios, “será el turno de Putin” para recular o escalar, señala Skutsch, quien resume que la situación es “peligrosamente volátil”.
Con todo, el analista estima que una guerra a gran escala no es el resultado probable entre EE.UU. y Rusia, ya que “podemos esperar que tanto Trump como Putin”, o bien las personas que trabajan para ellos, “se den cuenta de los peligros” de un enfrentamiento entre dos potencias nucleares.