RESISTENCIA
Los independentistas y revolucionarios puertorriqueños tenemos una inmensa responsabilidad política en este particular momento histórico para con nuestro pueblo.
La devastación causada por el paso del huracán María, ha causado estragos en todos los hogares puertorriqueños a todo lo largo y ancho del país. Particularmente las familias trabajadoras, los desempleados, los jubilados, han llevado la peor parte, con miles de viviendas destruidas y mermados sus escasos recursos económicos al ser utilizados para cubrir gastos extraordinarios. Miles continúan padeciendo la angustia de no tener acceso a agua potable, electricidad, servicios médicos, alimentos, trabajo… se acrecienta la inseguridad social.
Hemos visto como el gobierno colonial ha fracasado estrepitosamente en el manejo de la emergencia nacional y muchos sospechamos que fue un fracaso por diseño. Desde los primeros vientos del huracán Irma, ya habíamos anticipado las intenciones maliciosas del gobierno títere colonial de permitir que colapsara el sistema energético del país, abriendo el camino por la vía rápida, a la tan codiciada privatización de la Autoridad de Energía Eléctrica… https://www.youtube.com/watch?v=rGE2js46btc
En general, el colapso de una gran parte de la infraestructura material del país, como carreteras, puentes, diques, sistema de energía electica, de acueductos, agricultura y vivienda, se presenta como la gran oportunidad para los buitres carroñeros de Wall Street de profundizar su agenda de saqueo y ocupación de nuestro territorio nacional.
Podemos afirmar que el gobierno colonial, de manera negligente y criminal, ha abandonado al pueblo a su propia suerte. Al hacerlo va abonando para crear en la psiquis del colonizado un clima de impotencia y desesperanza con el objetivo de fracturar voluntades de lucha, de trabajo colectivo, planteando como única salida, mayor sometimiento y entrega a los poderes del imperio y del capital.
Por eso en ningún momento vimos al gobernador colonial asumir liderato y manejo real de las estructuras del país y de los recursos gubernamentales (humanos y materiales), como la Guardia Nacional, la Policía, la Defensa Civil, los Bomberos, para coordinar esfuerzos de protección, rescate y apoyo a la ciudadanía. Entendemos que muy a propósito, se permitió que todo ese andamiaje se quedara inoperante para forzar la “federalización del gobierno” y entregarle, como en efecto lo hizo, el poder a FEMA, al Ejercito y al Homeland Security.. https://www.facebook.com/profile.php?id=100008374218733
Un plan a ese nivel maniqueo y criminal, tiene entre sus objetivos; bajo lo que se conoce como la doctrina del shock y so pretexto del estado de emergencia: a) el desmantelamiento del gobierno, b) la privatización de servicios, c) derogación de derechos (toque de queda, eliminación de los convenios colectivos), d) militarización y prácticas de control poblacional, e) desmantelamiento de focos de resistencia y lucha social.
La entrada en escena de las entidades del gobierno federal de Estados Unidos no ha podido ser más desastrosa, insensible y atropellante. Lo atestiguan los miles de contenedores de ayuda solidaria atascados en los muelles, incapacidad para montar operaciones para llegar a poblaciones aisladas, un barco hospital que para acceder hay que pasar por una telaraña de burocracias, soldados del ejército de ocupación dándose buena vida en los hoteles del condado (varios incidentes de acoso a nuestras mujeres)… https://www.youtube.com/watch?v=unPscMpey2o
La realidad colonial demuestra su violencia una vez más, cuando se bloquea el derecho a que nuestro pueblo reciba la solidaridad de hospitales, médicos, comida, asistencia económica ofrecida por países hermanos y disponibles por medio de organismos internacionales…https://www.youtube.com/watch?v=otzBslJLbI0…http://www.radioisla1320.com/puerto-rico-exige-la-descolonizacion-ante-la-onu/
Sin embargo, el cálculo del gobierno colonial no parece haber contado con las reservas morales de nuestro pueblo y la existencia de un entramado de redes sociales, de organizaciones y proyectos políticos, sociales y comunitarios, muy comprometidos y conscientes del momento histórico que atraviesa el país. Se genera una nueva fuerza que va demostrando gran capacidad de afrontar la adversidad con una mirada nueva hacia el futuro. Desde diferentes puntos del país florecen los esfuerzos de coordinación y gestión comunitaria, se consolidan nexos, se entablan conversaciones, se estimula el pensamiento, se combate el pesimismo, se crean las bases para un nuevo poder, que surge desde abajo y con hambre de justicia.
Todo este proceso va fortaleciendo además lazos de hermandad y la definición de lo puertorriqueño que supera los límites geográficos del archipiélago. Las comunidades boricuas en el exilio se han desbordado en accionar diferentes mecanismos y recursos de apoyo, dando una catedra de lo que es capacidad movilización y solidaridad para nuestro pueblo. El exilio ha contribuido también para denunciar el colonialismo, exigir la abolición del Acta Jones, gestionar la solidaridad internacional y de las organizaciones progresistas en Estados Unidos y otras partes del planeta. Las nuevas oleadas de boricuas que ingresan a los Estados Unidos, van a toparse con una economía en crisis, un país polarizado, racista, donde hay activadas muchas luchas sociales y de resistencia al fascismo.
El gobernador del colapsado gobierno colonial, consonó con su postura de clase social y mentalidad sumisa, ha dicho que no tiene plan B; manifestando en todo momento que sus esperanzas las tiene puestas en Trump, el Congreso y los empresarios.
Las contradicciones imperio-colonia se agudizan a pasos agigantados, se hacen evidentes a los ojos de millares de boricuas diariamente, pero de ahí a dar un paso para que otra cosa ocurra fuera del marco del dominio político, jurídico, económico, ideológico se requiere jamaquear algunos resortes de la estructura dominante y movilizar al pueblo con vocación de victoria. Solo así, ese nuevo Puerto Rico que puja por nacer tendrá la posibilidad de ser.
Los sectores que componemos la resistencia boricua apostamos a la capacidad de nuestro pueblo, de las mujeres y hombres con destrezas y conocimientos diversos. Apostamos a la capacidad de nuestros recursos naturales, de tierra, agua, sol y mar para mejorar nuestros abastos alimentarios, un medioambiente saludable, nuevas formas de trabajo. Apostamos a la capacidad productiva de nuestra clase trabajadora, al compromiso de nuestros jóvenes, estudiantes e intelectuales para construir un nuevo país…https://laopinion.com/2016/06/09/supremo-la-soberania-de-puerto-rico-reside-en-washington-d-c/… http://www.noticel.com/ahora/lee-aqu-promesa-en-espaol-documento/610129349
Los que creemos en ese nuevo Puerto Rico, libre, soberano, solidario, y justo tenemos que estar dispuestos a sentarnos y replantearnos ¿Para dónde vamos y como lo hacemos? Es muy positivo escuchar los esfuerzos que se hacen para tener reuniones amplias entre las organizaciones independentistas en Puerto Rico, igualmente lo deben hacer los representantes de tales y otras organizaciones que operan en el exilio. Factores de organización, análisis, moral, dirección y determinación de lucha deben ser atendidos.
Manuel E Melendez Lavandero
20 de octubre de 2017