por Eliezer Molina
Información Al Desnudo – Puerto Rico
Adiós al 2017, año durísimo para todos, y de mucho aprendizaje. Sin duda alguna este año quedará marcado en la historia de este país, y será recordado por generaciones. Todos los que aquí vivimos, estuvimos obligados a recordarnos de que existe un vecino, de que no vivimos solos, que nadie es infalible, y que todo lo que nos pasa a nosotros también lo sufre y lo padecen los demás. Aprendimos a vivir en armonía con los demás y hasta compartimos con vecinos que no conocíamos. Sufrimos, nos levantamos y dimos la mano al necesitado, comenzamos a ser solidarios con el dolor ajeno, porque aquí nadie dormía tranquilo, sabiendo que otros no tenían tan siquiera un techo. La tempestad fue dura, pero nos levantamos ante la adversidad y de eso se trata ser un pueblo, carajo mucha falta que nos hacía.
Ahora vienen tiempos más difíciles. Comienza el 2018 con un mar de incertidumbres. Acaban las moratorias para muchos, incluyendo al gobierno. El país se vacía a un ritmo considerable, el sector agrícola tomará años en restablecer sus operaciones, comienza la reforma contributiva federal con una amenaza inminente al traslado de operaciones de empresas foráneas, y lo más importante, el gobierno enfrentará su más cruda realidad de que no tiene el dinero para operar como hoy día lo hace. Un panorama nada alentador.
Yo voy a los míos y me alegro de que esto esté sucediendo. Tranquilo no estoy, pero de las crisis surgen los remedios, los grandes cambios y parece que el puertorriqueño comienza a despertar. Ya sabe que está siendo desplazado, ya sabe que algo está ocurriendo y se nota un deseo de cambio. Quizá me equivoque, pero es lo que veo. Aquí todos vieron partir un familiar o ser querido a otro lugar y saben que esto no está bien. Esta generación marcará un cambio, y los que nos quedemos, se que tendremos que jodernos, pero lo vamos a lograr, yo no tengo duda de eso. Es una tarea que a nadie le gusta, pero las circunstancias así se presentaron y debemos asumir esa gran responsabilidad de levantarnos. A combatir la injusticia, a levantar la voz y a trabajar duro, y el resultado que se encargue el tiempo de calificarlo. Yo no quiero que mis hijos le cuenten a sus amigos de que país salieron, y que Puerto Rico sea la historia de lo que un día fue. Yo aspiro a que tengan su isla para vivir y puedan tener una calidad de vida digna de lo que esta hermosa isla puede ofrecer, y esa tarea es nuestra, aunque quedemos 2.4 millones, vamos pa lante.
Feliz año nuevo a todos y muchas gracias a todos los que nos han dado la mano desde la distancia!!!