El informe 2015 de la organización Reporteros sin Fronteras detalló que México es el país de la región con mayor cantidad de crímenes. En segundo lugar se ubica Honduras.
El ejercicio de la prensa se volvió un trabajo de riesgo en todo el mundo y, por tanto, también en Latinoamérica, donde durante este año fueron ultimados cerca de 40 trabajadores. El país que registró el mayor índice de crímenes fue México, con ocho víctimas, según el Balance de Periodistas Asesinados en el Mundo, de Reporteros sin Fronteras (RSF).
De acuerdo con la publicación, tres de esos ocho murieron como consecuencia de su trabajo, mientras que en los otros cinco casos se desconocen las razones que derivaron en sus asesinatos.
En cuanto a los estados más peligrosos, RSF mencionó a Veracruz y Oaxaca, ya que allí se enquistaron las mafias que apuntan contra los reporteros, al igual que algunos políticos locales disgustados por las denuncias de corrupción. Sin embargo, parece que en el país ya no tiene sitios seguros. El crimen de Rubén Espinoza, cometido el 31 de julio pasado en la capital del país, “demostró que hoy en día no existe ningún refugio para los periodistas amenazados”.
La situación en América Latina es aún más grave si se tienen en cuenta las estadísticas de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas de la Federación Latinoamericana de Periodistas (Ciap-Felap), que sostiene que en México fueron 14 los trabajadores de prensa ultimados durante este año. En segundo lugar está Honduras, con 10 muertes.
De acuerdo con este informe, publicado por el portal Alainet, los otros países donde periodistas fueron asesinados son Brasil, con ocho casos; Colombia, cinco; Guatemala, tres; Haití, Paraguay y República Dominicana, uno.
En la última década, fueron ultimados 342 reporteros en toda la región. México también lidera esta lista, con 123.
Por otra parte, según RSF, el peor país para trabajar durante este año fue Irak, donde fueron asesinados 11 periodistas, seguido por Siria, con diez, y por Francia, que sumó a los ocho ultimados en el ataque a la revista ‘Charlie Hebdo’.