Por: Shimon Samuels y Ariel Gelblung *
Los líderes de América Latina deberían coordinar las medidas de vigilancia y definir las políticas a adoptar para contrarrestar este peligro.
El conflicto entre sunitas y chiítas ha llegado a América Latina. El sunita Estado Islámico (ISIS, pro sus siglas en inglés) está siguiendo los pasos de la tan arraigada chiíta Hezbollah.
Venezuela bajo Hugo Chávez fue el patio de juegos de Irán, dando rienda suelta al armado, entrenamiento y conversión de su acólito Hezbollah. Durante la guerra de 2006 con Israel, toda la tribu indígena Wayuu se convirtió al Islam, adoptando el nombre de Hezbollah y consumando tal acto con un atentado explosivo a laEmbajada de Estados Unidos en Caracas, que resultó fallido.
Actualmente Dabiq, la página web de ISIS, proclamó su intención de convertir al Islam a los mayas en Chiapas,México y a lo largo de toda la frontera con Guatemala.
Aprovechándose del estado de pobreza y la marginación de los pueblos indígenas, ISIS anunció una campaña “anti-colonial” para islamizar, entre otros, a los Taínos en el Caribe, los Wayuu de Venezuela y Ecuador y losGuaraníes y las tribus amazónicas del Brasil.
Si bien el éxito de tales pretensiones es improbable, el germen del experimento mexicano en curso, replica el modelo utilizado en Siria e Irak de cooperación con los carteles de contrabando.
Otro anuncio de Dabiq, recogido por el sitio web de Breitbart, indica que ISIS “podría adquirir un arma nuclear en Pakistán para luego ingresarla de contrabando en los EE.UU. a través de México, haciendo uso de las redes de tráfico ya existentes en América Latina“.
Cumbre de Seguridad Nuclear 2016, Washington DC.
La Cumbre de Seguridad Nuclear recientemente culminada en Washington, con la concurrencia de representantes de 50 estados, discutió dentro de una amplia agenda, acerca del acceso a materiales de fusión nuclear por parte de terroristas yihadistas, ya sea para su uso o comercialización.
Quienes explotaron las bombas en Bruselas hace dos semanas habrían, al parecer, ejercido una exhaustiva vigilancia sobre los científicos nucleares belgas.
El prestigioso Boletín de Científicos Atómicos citó a la Iniciativa de Amenaza Nuclear, nombrando a algunospaíses latinoamericanos y de América Central y el Caribe, como Honduras, y Surinam, y en América del Sur Colombia, Ecuador y Perú como “hogar de grupos interesados en comprar en forma ilícita e ilegal materiales nucleares“.
De hecho, éstos países coinciden con los identificados por el asesinado fiscal Alberto Nisman, en su último informe sobre el atentado contra la Mutual Israelita en Buenos Aires, AMIA, donde también afirmó que dichas naciones habían sido infiltradas por 90 células durmientes de Hezbollah.
Profundamente implicado con Teherán en la planificación de los atentados de 1992 a la Embajada de Israel y la AMIA de 1994, Hezbollah ha permanecido activa a lo largo del continente, especialmente en la anómica zona conocida como “Triple Frontera“, ubicada entre Paraguay, Brasil y Argentina.
Observando desde Paraguay, hacia las Cataratas del Iguazú, se ven enormes mezquitas chiítas salpicando el horizonte del territorio de Brasil.
Los Ayatollahs circulan libremente en sus 4×4 en esta tierra de nadie.
Residentes de la zona dan cuenta de oír frecuentemente disparos en el interior de un predio signado por un cartel con la leyenda “Club Árabe Deportivo” y manifiestan sus sospechas respecto de la existencia en el lugar de un campo de entrenamiento paramilitar.
En la Triple Frontera, reina una cierta armonía entre las diversas bandas dedicadas a lavado de dinero, tráfico de personas y órganos humanos y contrabando de drogas y armas. Las guerras territoriales son infrecuentes.
Un desembarco del ISIS, una infiltración sunita en lo que el ex primer ministro Isaac Rabin llamó “Hezbollandia“, podría crear una verdadera tormenta de fuego.
Mucho más peligroso que la rivalidad entre ISIS y la red chiíta de Hezbollah -ahora curtida en la batalla de Siria y beneficiaria de la generosidad de Irán– son las perspectivas de demostración de superioridad sunita mediante un dispositivo de dispersión radioactiva/radiológica ó bomba sucia.
La ruta Panamericana que une la Argentina con el Río Grande, en México, podría transformarse en una ruta ilegal de acceso a América del Norte.
Los líderes de América Latina deberían coordinar la medidas de vigilancia y definir las políticas a adoptar para contrarrestar este peligro.
Como ilustra vívidamente el Boletín de Científicos Atómicos, la amenaza actual es de “tres minutos para la medianoche“. El reloj está corriendo.