La Asamblea Nacional que viene de la mano de la Mesa de la Unidad no es lo que todos sus votantes creen, y prueba de ello es como nada más haber resultado electos sus candidatos, sus aliados del sector económico del país empiezan a sugerir ciertas decisiones para su beneficio. Los tiempos de la política de élites, la que se hace de espalda al pueblo, vuelven.
Tal es el caso de Fedecámaras, desde donde se ha mantenido una estrategia de ataque contra los estamentos legales que protegen a la clase obrera y al pueblo venezolano. Y es que, desde que en 2012 se aprobó la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras, este instrumento legal siempre ha sido un objetivo a destruir por los empresarios del país.
Asimismo, y cuando recientemente el presidente Nicolás Maduro aprobó vía habilitante la implementación de la Ley Orgánica de Precios Justos, esta federación de gente inescrupulosa, puso el grito en el cielo.
Pues bien, sintiendo el apoyo de los recién electos diputados para el nuevo ejercicio de la Asamblea Nacional, Fedecámaras ya salió a exigir la derogatoria de ambos instrumentos legales que no solo protegen al pueblo trabajador chavista, sino que arropan de bienestar social a todo el país.
¿Cambio para mejor? Sí, pero solo para los empresarios y los grandes dueños del dinero, para el pueblo trampa, engaño y sumisión.
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