WASHINGTON.- Argumentando que la política de “pie seco, pie mojado” es un vestigio de otra época, el presidente Barack Obama anunció este jueves la eliminación inmediata de esa medida para agilizar la normalización de las relaciones con Cuba, lo que atizó el debate sobre el futuro de política exterior hacia la isla.
A ocho días de dejar el poder, Obama explicó que en adelante, EEUU tratará a los migrantes cubanos “de la misma forma que se trata a migrantes de otros países”.
La inesperada decisión –una eterna exigencia del gobierno cubano para desalentar la emigración ilegal y peligrosa hacia EEUU- es un reconocimiento de que migrantes de otras naciones, que también huyen de la violencia y persecución, sólo han enfrentado arresto y deportación.
En las postrimerías de su presidencia, Obama pone fin a una política, adoptada a mediados de la década de 1990 en el marco de la “Ley de Ajuste Cubano” de 1966, que ofrece la residencia permanente de forma automática a todo cubano que lograse tocar tierra firme en EEUU.
Ahora, todo cubano que emigre ilegalmente y no tenga un caso válido de asilo o causa humanitaria, será deportado, y el gobierno cubano aceptará a los deportados, según explicó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
“Con este cambio, seguiremos dando la bienvenida a cubanos, como lo hacemos con inmigrantes de otras naciones, con apego a nuestras leyes”, explicó Obama en una declaración escrita, en la que aseguró que EEUU se ha enriquecido por las contribuciones de los cubanoamericanos “durante más de un siglo”.
Obama defendió las medidas de apertura hacia Cuba que su gobierno adoptó poco a poco desde 2009, argumentando que esta política “es la mejor manera de asegurar que los cubanos puedan gozar de la prosperidad, perseguir reformas y determinar su propio destino”.
Su decisión deja en pie la “Ley de Ajuste Cubano” y el acuerdo migratorio bajo el cual Estados Unidos otorga visas a unos 20,000 cubanos al año.
El gobierno de Obama también eliminó el programa que daba trato preferencial a profesionales médicos cubanos, aunque éstos podrán solicitar asilo en las embajadas y consulados de EEUU en cualquier parte del mundo.
Choque de opiniones
Como todo lo que tiene que ver con Cuba, el anuncio de Obama suscitó elogios de quienes apoyan la apertura hacia Cuba, y rechazo de los legisladores republicanos de Florida y de otros que consideran que la normalización de las relaciones solo premia al régimen en La Habana.
William LeoGrande, analista político y experto en asuntos cubanos de American University, dijo a este diario que con esta decisión “la Administración Obama finalmente ha normalizado las relaciones entre EEUU y Cuba en el área de inmigración”.
Además, el programa de perdón (parole) para profesionales médicos cubanos “era un obstáculo serio para la cooperación bilateral en respuesta a emergencias médicas, que ahora podrá expandirse”, vaticinó LeoGrande.
Geoff Thale, analista de asuntos cubanos de la Oficina de Washington para América Latina (WOLA), un centro de estudios políticos, señaló que el embargo de EEUU ha causado el estancamiento económico en Cuba, uno de los motores de la emigración ilegal, y que corresponde ahora incrementar las visas para alentar una migración legal y ordenada.